Vuelve al ruedo mi musa, que esta vez estaba –literalmente- de vacaciones. Muchas cosas sucedieron desde que escribí la última vez. Y uno se da cuenta que no depende del calendario el paso del tiempo, sino de la energía de las vivencias personales. Y puedo decir que de un día a otro las cosas pueden cambiar drásticamente. Y puedo asegurar que eso está muy bueno a veces… y otras veces no tanto.