Sentada en mi habitación les escribo. A ustedes, que por el chat siempre me preguntan, ¿novedades?. Sí, muchas!!...Estoy viviendo mis días al máximo. Con todas las energías puestas acá, pero con un pedacito de mi corazón en Argentina. Y les escribo, porque siento que de este modo puedo exteriorizar todo lo que me pasa. Aquí no hablo español con nadie, se imaginarán, así que cuando me siento frente a la pc y empiezo a escribir, me transporto a Rosario, y estoy en una ronda de mate con ustedes, compartiendo mis vivencias.
Estoy muy bien. Muy contenta. Y gracias a Dios trabajando todos los días. Bueno….trabajando, una forma de decir, no?. “Trabajo” 45 minutos al día, una faena muy dura la mía. De todos modos, y ahora fuera de broma, tengo que dar lo mejor de mí en cada show, así que me lo tomo muy en serio. Y por suerte va muy bien.
Las cosas cambiaron un poquito desde que escribí la última vez. Ya no me acuesto a las 5 de la mañana, sino a las 7 o a las 8. Descubrí que el desayuno antes de acostarme, me sienta mejor, ja,ja. Mi show termina alrededor de las 4 de la mañana, así que entre una cosa y otra, se hacen las 6, entonces me pido el desayuno a la habitación a esa hora, y termino durmiéndome a las 7 u 8. Como hoy, que me entusiasmé con una peli que empezó a las 7, así que apagué la luz a las 9 de la mañana, y obviamente dormí hasta las 4 de la tarde. Tengo el sueño cambiado como los bebés, según mi mamá. Pero…pensándolo bien, nadie me dice qué tengo que hacer, a nadie le importa a qué hora me duermo, así que si no vivo al revés ahora, cuándo si no?!!...
Aún no salí a recorrer todo Túnez. Primero y principal porque el mar ejerce sobre mí una atracción imposible de explicar, y cada día alrededor de las 16, 16.30 voy como una zombie a la playa, y me quedo horas –sola- mirando el mar, juntando caracoles, caminando en la arena, y mirando a mis amigos los caballos, las mulas, los escarabajos y los camellos. Y por otro lado, no he salido mucho porque no quiero ir sola. Por suerte, el otro día conocí Sidi Bou Said, un lugar obligado para visitar aquí en Túnez; callecitas peatonales empedradas, con casas pintadas de blanco y azul, vista al mar mediterráneo, y toda la belleza típica tunecina. Fui con Khaled, el cantante libanés que trabaja conmigo en el resto, y un amigo de él, de Siria, Ayhan. La pasamos muy bien, lástima que fuimos de noche, así que no pude sacar muy buenas fotos. Quedé asombrada con los vendedores de flores. Aquí es algo típico que los hombres se ponen una flor de azhar detrás de la oreja, es algo raro, pero todos andan por la calle así!. Así que por unas monedas te dan una flor. Es una tradición, me dijeron. Las mujeres también las llevan, pero en menor medida. Para nosotras hay unos collares de florcitas naturales. Ayhan me vio tan sorprendida con esta rareza de ver a todos con flores en las orejas, que me compró un collarcito de flores, que pueden verlo en las fotos que puse en My Space.
Por suerte, voy a poder salir la próxima semana a recorrer la ciudad. Conocí a una bailarina tunecina, que habla español!. Así que intercambiamos los celulares y nos mensajeamos bastante seguido. Me dijo que me va a llevar de recorrida, así que después les cuento.
Para quienes les da curiosidad cómo es la vida en un país árabe cabe resaltar que Túnez es, sin duda, uno de los países musulmanes más liberales y tolerantes. Tal vez esto se deba a su pasado colonial francés (aquí todos hablan francés, y es más habitual escuchar un “merci”, que un “chouckrane”). Así que aquí la vida tiene un estilo europeo muy marcado, visible en muchos ámbitos de la vida cotidiana. La población en su mayoría es musulmana, pero no fundamentalista. Al mismo tiempo, Túnez es también una de las naciones islámicas más avanzadas en cuanto a derechos de la mujer, por lo que las mujeres musulmanas tunecinas son libres de ir descubiertas en sus brazos y piernas. Lógicamente, están las que llevan la abaia, o un manto para cubrirse el cabello; pero es según cada familia. Lo cierto es que Túnez dista bastante de ser lo que pensaba, y estoy encantadísima con esta nación maravillosa, con la hospitalidad de su gente, y con la atracción de su cultura y tradiciones. Por ser un pequeño país del norte de África, tiene mucho para ofrecer a los turistas: playas, desiertos, los “zocos” (callecitas comerciales), e imponente infraestructura acompañada de no menos solemnes paisajes. Me queda mucho por recorrer, admirar aprender, y aprehender. Estaré recorriendo junto a ustedes, para poder transmitirle lo más fielmente posible mi viaje por el segundo país árabe.
Gracias por estar ahí!. Les mando un abrazo muy caluroso. Gracias a mis amigas periodistas que me mandan mails con las noticias!, les cuento que todos los días entro en las web de los diarios argentinos, y no me pierdo detalle de la pulseada entre el campo y Cristina. Y estoy con todos los Cobomaníacos!!!..jajaja Un abrazo, los quiero mucho.
Fer…FADILAH!!
Estoy muy bien. Muy contenta. Y gracias a Dios trabajando todos los días. Bueno….trabajando, una forma de decir, no?. “Trabajo” 45 minutos al día, una faena muy dura la mía. De todos modos, y ahora fuera de broma, tengo que dar lo mejor de mí en cada show, así que me lo tomo muy en serio. Y por suerte va muy bien.
Las cosas cambiaron un poquito desde que escribí la última vez. Ya no me acuesto a las 5 de la mañana, sino a las 7 o a las 8. Descubrí que el desayuno antes de acostarme, me sienta mejor, ja,ja. Mi show termina alrededor de las 4 de la mañana, así que entre una cosa y otra, se hacen las 6, entonces me pido el desayuno a la habitación a esa hora, y termino durmiéndome a las 7 u 8. Como hoy, que me entusiasmé con una peli que empezó a las 7, así que apagué la luz a las 9 de la mañana, y obviamente dormí hasta las 4 de la tarde. Tengo el sueño cambiado como los bebés, según mi mamá. Pero…pensándolo bien, nadie me dice qué tengo que hacer, a nadie le importa a qué hora me duermo, así que si no vivo al revés ahora, cuándo si no?!!...
Aún no salí a recorrer todo Túnez. Primero y principal porque el mar ejerce sobre mí una atracción imposible de explicar, y cada día alrededor de las 16, 16.30 voy como una zombie a la playa, y me quedo horas –sola- mirando el mar, juntando caracoles, caminando en la arena, y mirando a mis amigos los caballos, las mulas, los escarabajos y los camellos. Y por otro lado, no he salido mucho porque no quiero ir sola. Por suerte, el otro día conocí Sidi Bou Said, un lugar obligado para visitar aquí en Túnez; callecitas peatonales empedradas, con casas pintadas de blanco y azul, vista al mar mediterráneo, y toda la belleza típica tunecina. Fui con Khaled, el cantante libanés que trabaja conmigo en el resto, y un amigo de él, de Siria, Ayhan. La pasamos muy bien, lástima que fuimos de noche, así que no pude sacar muy buenas fotos. Quedé asombrada con los vendedores de flores. Aquí es algo típico que los hombres se ponen una flor de azhar detrás de la oreja, es algo raro, pero todos andan por la calle así!. Así que por unas monedas te dan una flor. Es una tradición, me dijeron. Las mujeres también las llevan, pero en menor medida. Para nosotras hay unos collares de florcitas naturales. Ayhan me vio tan sorprendida con esta rareza de ver a todos con flores en las orejas, que me compró un collarcito de flores, que pueden verlo en las fotos que puse en My Space.
Por suerte, voy a poder salir la próxima semana a recorrer la ciudad. Conocí a una bailarina tunecina, que habla español!. Así que intercambiamos los celulares y nos mensajeamos bastante seguido. Me dijo que me va a llevar de recorrida, así que después les cuento.
Para quienes les da curiosidad cómo es la vida en un país árabe cabe resaltar que Túnez es, sin duda, uno de los países musulmanes más liberales y tolerantes. Tal vez esto se deba a su pasado colonial francés (aquí todos hablan francés, y es más habitual escuchar un “merci”, que un “chouckrane”). Así que aquí la vida tiene un estilo europeo muy marcado, visible en muchos ámbitos de la vida cotidiana. La población en su mayoría es musulmana, pero no fundamentalista. Al mismo tiempo, Túnez es también una de las naciones islámicas más avanzadas en cuanto a derechos de la mujer, por lo que las mujeres musulmanas tunecinas son libres de ir descubiertas en sus brazos y piernas. Lógicamente, están las que llevan la abaia, o un manto para cubrirse el cabello; pero es según cada familia. Lo cierto es que Túnez dista bastante de ser lo que pensaba, y estoy encantadísima con esta nación maravillosa, con la hospitalidad de su gente, y con la atracción de su cultura y tradiciones. Por ser un pequeño país del norte de África, tiene mucho para ofrecer a los turistas: playas, desiertos, los “zocos” (callecitas comerciales), e imponente infraestructura acompañada de no menos solemnes paisajes. Me queda mucho por recorrer, admirar aprender, y aprehender. Estaré recorriendo junto a ustedes, para poder transmitirle lo más fielmente posible mi viaje por el segundo país árabe.
Gracias por estar ahí!. Les mando un abrazo muy caluroso. Gracias a mis amigas periodistas que me mandan mails con las noticias!, les cuento que todos los días entro en las web de los diarios argentinos, y no me pierdo detalle de la pulseada entre el campo y Cristina. Y estoy con todos los Cobomaníacos!!!..jajaja Un abrazo, los quiero mucho.
Fer…FADILAH!!
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