Visita mi nuevo Blog!!!

Visita también mi otro blog:


Con todas las nuevas historias de Medio Oriente...tres años viajando, tres años contando mis vivencias en los países árabes...


miércoles, 30 de julio de 2008

Otro día feliz en Tunisia

Este día merece un capítulo aparte. Martes 29 de julio. Una jornada inolvidable por lo bien que la pasé. Estoy muy bien todos los días, y estoy disfrutando mucho, pero ayer en especial fue distinto. Tuvo su condimento de aventura, relax y diversión.




El lunes a la noche me preparé para mi show y por suerte bailé temprano, a las 2.30 ya había terminado. Así que como esa noche había sacado unas buenas fotos tomando mate y fumando shisha con Daiane y Fadi, las bajé a la pc, armé el videito, y después me fui a conectar. Esta vez, decidí acostarme temprano, y me pedí el desayuno para las 11 hs., así que a las 6, luego del cotidiano baño de inmersión, ya estaba en la cama. Pero sin sueño. Vueltas y vueltas hasta dormirme. Y mi panza me pedía el desayuno. Prendí el tele, empecé a hacer zapping, y lo apagué a los 5 min. Vueltas y vueltas. A contar ovejas se ha dicho. Nada, el sueño no venía. A las 7 suena el celular. Era Fadi, y me dice “estabas durmiendo?”, “nooo…estoy sin poder dormirme, y ustedes?”, y me dice, “bueno, levantate y ponete el traje de baño que en 10 minutos pasamos con Daiana a buscarte, vamos a una playa a 2 horas de acá”. Me levanté como un resorte de la cama, y todo a los apurones. Encima, justo hoy no había pedido el desayuno a las 6!!, y no había tiempo de desayunar. Teníamos que salir temprano.


A las 8 ya estábamos en el taxi rumbo a la estación de trenes. ¿Dónde vamos?..A Sousse, una localidad balnearia a dos horas de Túnez capital. Allí el mar es limpito, me prometieron. El viaje en tren fue fabuloso. Por momentos si no miraba a mi alrededor me daba la sensación de estar en Buenos Aires, viajando en tren. ¿Dormir?, No…demasiado enfuchada como para dormir. En el viaje cantamos en árabe, español, y brasilero. Cada uno aportó su canción, y la íbamos traduciendo. Yo canté la de Alejandro Sánz, corazón partido. Daiane feliz de entender el español, porque dice que le encanta escucharme hablar, que tengo una tonadas muy linda. De la misma manera que a mi me encanta escucharla a ella. Por la ventana se podía admirar todo el pasiaje de Túnez, los barrios carenciados en contraste con otros de opulentas casas. La gente, los mercados, y todas aquellas cosas que el turista no ve cuando va a la capital. Asi llegamos a Sousse. Caminamos 4 cuadras hasta bajar a la avenida que linda con la costa. Cuando íbamos cuesta abajo en una callecita empedrada, ya podía verse el azul del mar. Daiane me dice “respiremos el olor del mar”. Y para mí no era gran cosa, porque yo lo tengo acá abajo en el hotel, todos los días!. Pero cada lugar tiene su encanto. Aquí el mar es distinto. Sus aguas son claras, de arena blanca y finita, pero con menos playa. O será que hay tanta gente –al menos en la parte que estábamos nosotros- que está copada de reposeras y sombrillas. Al agua pato…al fin disfruto bien el mar. No hay algas verdes que se te pegan al cuerpo. Después a la reposera, a la sombra claro, porque el sol estaba muy fuerte. Almorzamos allí. Comimos un mix de todo: pizza, rabas, papas fritas, pescado, ensalada. Y a echarnos como vacanes en las reposeras.


Y llegó el momento del paracaídas. Ay, no se si me animo, le dije a los chicos. No es que me daba miedo la altura, sino que temía no poder bajar depués,ja,ja. Pero pude ver que el paracaídas iba atado a una lancha, así que era un respaldo, no?. Bueno, vamos!. Qué aventura. La emoción que se siente cuando tus patitas van quedando en el aireeee…y abajo ves el mar profundo. No hay muchas palabras para describir lo que sentí. Muchas emociones juntas. El hecho de estar ahí arriba, sumado a que estoy en Túnez. Me pasó una película por la cabeza, de todos mis ultimos 2 meses aquí, en menos de 5 minutos. Yo iba atrás porque soy la de más fuerza. Cuando pegamos una vuelta entera, el señor que estaba abajo sonó un silbato. Era la señal para que empecemos a tirar hacia abajo el paracaídas. Me quedaron las manos enrojecidas de la fuerza que tuvimos que hacer. Fue hermoso, inolvidable e inexplicable estar ahí arriba.


Luego, para rematar fuimos a dar un paseo en el flying fish (pez volador); una especie de bote inflable que va amarrado a una lancha a motor. Levanta hasta 35 km de velcidad. Pero créanme que es demasiado. Se llama pez volador porque vuela de verdad. Y sólo recomendable para personas fuertes. Daiana se cayó 3 veces. A la tercera vez se subió a la lancha con el señor que nos remolcaba. La fuerza que uno tiene que hacer con los brazos para sostenerse es mucha para una mujer. Sólo te sostenés de unas manijas, y vas sentada a caballito sobre el bote. Cuando empieza a tomar velocidad el bote se inclina hasta 45 grados, y cuando menos te lo esperás pega un giro que te despegás por completo del asiento y sólo quedás agarrado de la manija. Me di cuenta que el señor quería tirarme a mí también. Hacía de todo para que me cayera. Y yo le gritaba “You can´t, I ama a Sorong woman”. “yes, I see”, me dijo. Bueno, éste paseito fue muuuuy divertido, pero la verdad, que hubo momentos que sentía miedo. Si te caés no pasa nada, primero porque llevás chaleco, y segundo porque sé nadar. Pero por el honor, no me quería caer!. No se si me volvería a subir,jajaja.


Así que cuando bajamos del pez volador estaba destruida. Con la fuerza que tuve que hacer para sostenerme, más la fuerza del paracaídas, mis brazos temblaban, literalmente. Nos reíamos un montón. Fadi decía “a mi no me duele nada”, claro..pero la fuerza que hicimos es la misma, porque ninguno de los dos se cayó al agua, pero mis músculos son otros. Así que para relajarnos nos comimos unas frutitas, y después nos fuimos porque había tren a las 7 de la tarde.


Por supuesto que apenas me senté en el tren me dormí. Me fui despertando a intervalos, pero pude dormir bastante. Estaba cansadísima, no me había sentido así desde hacía rato. Llegamos al hotel pasada las 9 de la noche, Mi pinta era infernal. El pelo un desastre, el maquillaje corrido, los pies con arena, la ropa arrugada. Ayyy, qué van a decir en el hotel!. Asíq eu cuando bajé del taxi, entré cabizbaja y que sea lo que Dios quiera. Saludé al botones, que me miró con cara de “éstas son horas de llegar”, y derechito al ascensor. Mientras esperaba, había un señor que estaba mirando el cartel de mi show, donde está mi foto. Y yo estaba al lado!!. Rogué que no me reconociera,ja ja.. Así que me hice la que buscaba algo en el bolso. Después me reía sola.


Apenas llegué me pedí la comida a la habitación, y mientras esperaba que llegué me pegué una ducha para sacarme la arena y el cansacio. Hoy miércoles me desperté a las 6 de la tarde!!!, así que tomé mi merienda y aquí estoy contándoles el maravilloso día que tuve ayer. Hace un ratito me llamó Daiana, y me dice “amiga, me duele todo el cuerpo”, “a mí también!” le dije. Me levanté durísima, me duele todo. Vos a estirarme un poco a ver si se me pasa esto para la noche, sino sonamos.

Un beso a todos allá...voy a recuperarme de esta vida ajetreadaaaa....Hasta pronto.


No hay comentarios: