LLEGUE A TUNEZ!!!!

Llegue a Tunez!!
Definitivamente fue un día muy largo. Más aún teniendo en cuenta que tuvo 48 horas. Porque anoche no pude pegar un ojo, no se si por miedo a quedarme dormida y perder el vuelo, o por la expectativa de todo esto. Sí, definitivamente por las dos cosas. La cuestión es que eran las 4 de la mañana y seguía con la energizer de los conejitos que escalan la montaña. Pero era como decirle a un chico “andá a dormir que después cuando te despiertes están los reyes magos”, y te quedás espiando a ver si los ves cuando entran con camello y todo por la cerradura. Bueno, ésto igual. Y pensé que no iba a estar ansiosa, hasta que llegó el momento. Es que son muchas cosas. En Líbano estaba entrenando, y mi responsabilidad no era otra que asistir a las clases y avanzar en ellas. Y ahora recién le está llegando el mensaje a mi mente que acá la cosa es distinta. Acá, es bailar para ganar. Y si no bailás, no ganás, y si no ganás, te volvés. Y si te volvés es porque fuiste un zoquete. Así que acá estoy, a la expectativa de mi primer show, que tal vez sea mañana o pasado.

Gracias a Dios, viajé de día. mientras volaba no despegué la nariz del pequeño rectángulo de vidrio, y saqué todas las fotos que pude. Y vuelta a ver el mapamundi que estudiaba en el cole. Hubo un momento en que sentía que me embargaba la emoción, y que me sentía infinitamente pequeña a comparación de la magnificencia del espectáculo que estaba admirando. Era como estar sentada en la compu mirando el google earth, pero en vivo. Cada detalle de la tierra, cada accidente geográfico tan bien delimitado, los colores cambiantes de las parcelas, las aglomeraciones urbanas. Y luego, nada. Las nubes y el agua. Ay, y agua nomás che. Mirás el mapita que muestra el visor y falta que te diga… “por las dudas, debajo de su asiento se encuentra el chaleco salvavidas”. Aunque, a decir verdad, a pesar de que el señor que estaba al lado mío no paraba de pasar de un lado a otro de sus manos el rosario árabe, y mantenía un firme y molesto ir y venir de sus rodillas, pude concentrarme todo el viaje en admirar lo que había bajo mis pies, y la grandeza en el cielo. Gracias Dios por vivir esto. Sale solita la frase. Será porque uno está más cerquita del Tata.

Rumbo al regency Hotel
Ahora sí. A ver, Dónde voy a vivir?.. Ah bueno, menos mal. Menos mal que tiene una pileta más grande que mi barrio, y que tiene media docena de restorantes para elegir mi menú. Y yo justo que como taaaan variado. Comida tailandesa, hindú, tunesina, italiana. Y ya sé cuál va a ser el ganador.
Ahora sí, a descomprimir las valijas que vinieron sobrecargadas y a ordenar todo. Mi habitación es muy bonita, cómoda y prolija. Puedo decir que es un buen lugar para pasar dos meses. Para agasajarme, esta noche fui al saporini, resto italiano… y me comí un regio plato tano-tunesí. Un pollo al no sé qué, pero que estaba riquísimo. Velas, música lenta, y yo. Y bueno, todo no se puede, ya vas a venir amor!. Así es que el día va llegando a su fin. Terminé de acomodar todo, y desde un extremo de la habitación hacia el placard, haciendo giros al compás de la música que puse en mi laptop, para ir afinando cuerdas porque mañana tengo ensayo y prueba se sonido.
Ahora, a esperar que se conecten mis coterráneos, y a dormir luego, porque eéste definitivamente, fue un día de 48 hs.
Gracias Líbano!..Túnez, aquí estoy!!